Los efectos de desconectarte de tu sexualidad

Descubre las consecuencias de la falta de consciencia en la sexualidad y en qué maneras se puede manifestar en tus relaciones.

Cuando no estamos en sintonía con nuestra sexualidad, la rechazamos, ignoramos o desafiamos, generamos una disonancia que se manifiesta en problemas como la dificultad para encontrar pareja, relaciones abusivas o tóxicas, infidelidades, problemas con el compromiso o, a nivel fisiológico trastornos como el vaginismo, la disfunción eréctil, impotencia, anorgasmias, asexualidad, o insatisfacción general.

Mujer sosteniendo un cable desconectado. Síbolo de desconexión con tu sexualidad.

La desconexión con tu sexualidad

Lo interesante en este ámbito es que según teorías de la medicina integrativa, psicología e incluso disciplinas esotéricas, estos trastornos físicos (vaginismo, impotencia, etc.) pueden ser la manifestación subconsciente de afecciones emocionales o cognitivas. [1] La función de dichas manifestaciones es que el individuo tome conciencia de sus detonantes, y tome acción con el fin de solucionarlas.

Es decir, la manifestación de muchos de estos trastornos durante nuestra individuación, al dificultar que el individuo salga a contextos sociales y sexuales externos, lo obliga a observar y solucionar conflictos actuales. En el caso del vaginismo, por ejemplo, sus detonantes no fisiológicos más comunes suelen ser el miedo al rechazo, desconfianza, traumas durante la infancia, abandono o ausencia de los padres, invasiones a la privacidad e intimidad, etc. [2]

Al tener un bloqueo en la sexualidad, es muy probable que la persona experimente problemas relacionados a la independencia física y emocional del entorno familiar, la percepción de libertad o ausencia de ella, e inclusive una falta de autonomía. [3]

Estos problemas se manifiestan como un bloqueo hacia el mundo. Es un encierro que obliga al individuo a solucionar problemas familiares, de hogar o percepciones de los mismos.

Por ejemplo, una sexualidad conflictiva puede verse en relaciones tóxicas o abusivas, amistades manipuladoras, individuos con baja autoestima, y un sinfín de problemas que pueden desembocar en enfermedades y aflicciones más severas.

Relaciones familiares

Una distorsión cognitiva muy común son las fidelidades familiares. Estas son aquellas relaciones que generan la percepción de lealtades, por ejemplo, la sensación de no poder “abandonar” a cierto miembro de nuestra familia, la sensación de tener que proteger, o esperar a que algún conflicto se resuelva antes de poder tener la posibilidad de hacer nuestra vida. Los individuos que sufren de estas fidelidades suelen encontrar parejas con dinámicas de dependencia, y se percibe la necesidad de sobreproteger, cambiar, educar, etc. [4] Todos rasgos de una relación no saludable, ya que se estaría supliendo el rol de un pariente y no el de la pareja.

Mujer en una jaula encerrada. Símbolo de como la sexualidad es nuestra manera de conectarnos con el mundo.

Hay que destacar que estas son percepciones, consecuentemente no significa que para solucionar el conflicto cognitivo haya que literalmente abandonar o dejar de cuidar de alguien. Todo lo contrario, significa entender que la manera que percibimos esa relación no es sana.

Por ese motivo, si se abordan estos temas de manera introspectiva, es posible que muchos de estos trastornos se puedan sanar sin necesidad de enfrentamientos directos con la familia.

Lo más interesante de estas percepciones es que generan paralelismos en la vida del individuo que, en caso de no sanar, seguirán manifestándose. Si volvemos al ejemplo de sentir que hay que proteger o ayudar a algún miembro de la familia, puede que, incluso cuando este familiar ya no esté presente, la misma dinámica se repita en el trabajo con compañeros que exigen mucho del individuo, o con jefes controladores y abusivos, parejas manipuladoras, etc. Todas las instancias que replican las mismas sensaciones, ya que al final, es lo que atraemos a nivel subconsciente.

Las consecuencias en nuestras relaciones y dificultad para encontrar pareja

David Corbera dice que, en su experiencia, muchas personas en la actualidad padecen de estas circunstancias, y por ende sienten que no tienen el control de con quién se relacionan y de qué manera, dando lugar a comportamientos manipuladores. [5] Estos, en el contexto de una relación son preocupantes ya que son el precedente para la violencia física y emocional. [6]

Si consideramos un punto de vista externo, intimar con una persona controladora que no es consciente de ello es sumamente agotador y potencialmente peligroso. Una persona sin control sobre su interior hace que sea imposible que una tercera persona ingrese y forme una relación sana.

Lo más frustrante para estos individuos es que muchos piensan que si tan solo tuvieran una relación con una persona que les diera una oportunidad para intimar, muchos de sus problemas se solucionarían por su cuenta. La realidad es que una persona con esas capacidades de sanación jamás se acercará de esa manera a aquellos en estas situaciones. En cambio, lo que atraen suele ser tóxico y doloroso. [7]

Resumen

Resumiendo, si interrumpimos nuestra sexualidad, interrumpimos nuestra capacidad de conectarnos con el mundo y, consecuentemente, interrumpiendo nuestro proceso de individuación. Sin una sexualidad saludable es imposible conocerse a uno mismo plenamente. Es esencial reconocer que el mayor valor que ofrecen las relaciones significativas con otros es el autodescubrimiento.

Nuestro desarrollo personal va de la mano con nuestra sexualidad, y es una de las grandes fuerzas que determina cómo y con quién nos relacionamos. Aprender sobre la individuación es primordial para tomar control consciente de nuestras vidas y ejercitar una sexualidad sana y responsable.

Eduardo Parra

Fundador de Winky, artista, diseñador y arquitecto. Vivo en Canadá y vivo por fomentar un estilo de vida saludable en aquellos que me rodean.

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